Del latín “exitus” que significa salida. La definición etimológica tiene muy poca importancia cuando la definición válida la da uno mismo. Para cada persona el éxito significará algo diferente.

Es aquí donde entra en juego la subjetividad. Por tanto, el éxito es subjetivo.

¿Por qué?

Digamos que para alguien el éxito de una persona es ganar mucho dinero, para otra puede ser ayudar a la mayor cantidad de personas posibles, alguien más podría decir que el éxito es mantener un balance entre su profesión y su familia sin sacrificar ninguna de las dos. Y así mismo podemos seguir dando ejemplos. El éxito viene ligado a un triunfo personal o un mérito obtenido.

El éxito es algo que te debe sacar la felicidad que llevas dentro. A cada persona lo hace feliz algo en particular, pero el hecho de que una persona no ha logrado lo que tú si has logrado no necesariamente indica que esa persona no es exitosa.

A ver evaluemos lo siguiente: Hay gente que siendo honesta consigo misma ha logrado muchas cosas y ha poseído bienes materiales, a los ojos de otros podría ser exitosa, pero la persona aun no es feliz.

Muchas personas viven por como otras personas la perciban y existe una probabilidad de que no sean feliz por estar complaciendo a otros, padres exigentes, parejas inconformes, amigos que juzgan, etc.

“Si logras identificar que te hace feliz, te garantizo que serás exitoso, sin importar lo que digan los demás.”

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